¡Feliz Navidad, amiguitos!
Os escribo ahora mismo desde Valencia. He venido a visitar a parte de mi familia pero entre comilona y comilona, siempre ha de haber un ratito para escribir. Yo tengo trabajitos que acabar, que no pude dejar cerrados antes de irme, pero desde que duermo menos que una lubina… ¡Todo va sobre ruedas!
Espero que lo estéis pasando a lo grande, y que el sabor agridulce que las reuniones familiares en las que las ausencias de abuelos, padres u otras personas nos dejan, no eclipsen tu sonrisa, ni la ocasión de compartir un buen rato con los que sí siguen vivos.
Pero antes de marcharme, os dejo una pequeña idea para empezar a escribir, salir de un atasco creativo o enriquecer el carácter de tus personajes:
Cuando estés en el metro, el autobús o la sala de espera del dentista, fíjate en las personas que te rodean. Escoge a una. Por supuesto, con la máxima discreción y respeto, e imagina una vida para ella. ¿De dónde vendrá? ¿A dónde irá? ¿Cómo podría llamarse? ¿Y su profesión? ¿Sus sueños? ¿Sus secretos? ¿Sus frustraciones? La información te irá llegando de forma intuitiva, a través de un gesto, de una mirada, de un outfit concreto… Y dejando volar la imaginación. Puedes tomar nota por escrito pero, por favor, sé discreto, que no queremos que nadie se nos enfade.
Bien. Ésta es la idea que os quería comentar. ¡Que seáis muy felices y os pongáis hasta el moño de delicias navideñas!
Ana Olivia Fiol
Diario de una escritora fantasma
Deja una respuesta