A veces, si estoy muy muy cansada mientras escribo, me medio-duermo con las manos todavía sobre el teclado y durante unos instantes escriben solas. Es una sensación curiosa. A veces describen el sueño-flash que está desatándose en mi cerebro en ese momento. Otras veces son palabras sueltas sin sentido, pero a veces salen líneas curiosas.
«Que las manecillas del reloj no dejen de avanzar, cubriendo de sutiles capas de olvido ése dolor que todavía palpita y sangra.»
Ha surgido mientras estaba escribiendo un texto que nada tiene que ver con esta idea, y no sé si ha surgido precisamente de un sueño, pero aquí está, aquí comparto esta oración, surgida del inconsciente más puro, con vosotros.
¡Buenas noches!
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