Está amaneciendo, y la exuberante naturaleza a mi alrededor es asombrosa. La humedad de los últimos días crea unos espectáculos naturales de niebla con los que te quedas con la boca abierta. Da rabia no tener una modelo vestida y maquillada a mano, cuando te encuentras con escenas así, porque lo que el cuerpo me pide es hacer una sesión de fotos e inmortalizar el momento retratando una colección de ropa de la marca que sea. Cómo me gustaría que existieran las «Capsule Corp» de Dragon Ball. Yo lo usaría para llevar a una androide siempre en mi bolso, y que pudiera posar para mí cada vez que me topara con un paisaje que valiese la pena. (Es una referencia que entenderéis los de mi generación). El día en que la humanidad logre encapsular un coche que pueda volver a su tamaño normal en un par de segundos, ya no quedará nada por inventar. :)
Sí. Sé que se puede hacer mediante montajes. De hecho, me toca hacerlos muy a menudo, pero el sabor que te deja una sesión de fotos in situ, en medio de un paraje espectacular, a pesar de que el presupuesto se dispare, es realmente delicioso.
Voy a hacer una foto para que lo veáis. Me encanta mi isla, y a pesar de las invasiones bárbaras que vivimos últimamente, el norte lo tenemos casi intacto, y es una maravilla levantarte de la cama, abrir la persiana y encontrarte con este particular espectáculo de la naturaleza ibicenca.
Pero antes, un consejo literario:
Haceos con una colección de música de bandas sonoras y sumergíos en la temática de la que queráis escribir. Por ejemplo, si quieres escribir una novela negra o policíaca, estás de suerte, hay un ingente material que puedes encontrar, tanto en CDs de bandas sonoras como en nuestro útil y queridísimo amigo Spotify. Además, si utilizas la opción «radio» sobre una lista que hayas creado, el sistema te va proponiendo temas similares, los cuales vas aceptando o descartando para definir un estilo, y así descubres música a la que hubiera sido muy difícil llegar de otra forma. Puede ser tanto instrumental como con letra. Yo personalmente prefiero instrumental, porque si cantan en alguno de los idiomas que conozco me pongo a seguir la letra y a cantar como una boba.
Lo bueno de la música es que te aísla del mundo (con auriculares, por favor, para no molestar a los vecinos ni que los que conviven con vosotros acaben queriendo estrangularos después de escuchar Baby Elephant Walk por enésima vez) y es preferible que no te recuerde demasiado a la película en sí. Es decir, que no te pongas la de Indiana Jones o la de Star Wars (a no ser que quieras inspirarte directamente de ellas) porque si no al final Harrison Ford va a acabar siendo el protagonista de tu novela.
Si no sabéis por dónde empezar, no os agobiéis. El jazz instrumental es una opción estupenda (Dave Brubeck, Miles Davis…) y poco a poco iréis encontrando el estilo que mejor encaja con los objetivos que queráis cumplir.
Y bueno, como dije el otro día, estoy abierta a dudas y preguntas. Podéis escribirme mediante el pequeño formulario de contacto que hay aquí a la derecha, o incluso en mi página de Facebook, aunque la que tengo vinculada desde esta web es la que creé hace poco para mi vertiente fotográfica.
¡Ay! ¡Ya estamos a 22! ¡Qué cerca está la Navidad!
Y aquí la foto que había prometido :)
Ana Olivia Fiol
Diario de una escritora fantasma
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