Ya son cuatro años sin escribir una entrada en este blog.
Si es que ya lo digo yo siempre, ¡que los blogs son armas de doble filo!
Es estupendo tener una ventana al mundo y a menudo se convierte un proyecto que coges con ilusión, pero luego dejas de poder dedicarle tiempo, por la razón que sea y se queda muerto… entonces las palabras se llenan de polvo y en los botones abundan las telarañas. Y ahí queda el pobre blog, con un último post abandonado y obsoleto… triste y solo. Igual que cualquier página de MySpace, vamos.
Resulta que la vida te pone otras cosas por delante y entonces no encuentras el momento para ponerte a escribir, aunque sí estés dedicando algunas horas al día a aporrear el teclado para cubrir uno u otro encargo. Cumpliendo deadlines pero sin poder tener la casa barrida…. Pero es que esa suele ser la vida de la escritora fantasma.
Pues ya está. Dos párrafos para no decir nada. Pero es que estoy aquí porque voy a retomar este blog para hablar de muchas cosas. De vertientes literarias, pero también de cosas personales.
Seguro que a muchas fans de «La isla de ámbar» esto que viene a continuación les interesa…
Actualmente tengo una relación con una persona bastante complicada. Y a menudo me amenaza con decirle al mundo quienes fueron mis primeras relaciones de pareja, a los 18, como si eso fuera un arma arrojadiza. (Es lo que ocurre en momentos de furia en los que no llega bien la sangre al cerebro). De modo que he decidido dejar de lado otras obligaciones y contarlo yo misma al mundo. Aunque son las cosas que mis amigos más cercanos y familiares saben de siempre, y no les causará sorpresa alguna.
No sé si lo haré por orden cronológico, o de qué modo. En unos minutos lo habré decidido.
Sí añadiré que la relación que tengo me hace feliz. Casi siempre es así. ¡Y en algunos momentos es incluso maravillosa! Obviamente, cuando amas absolutamente a alguien abrazas sus luces pero también sus sombras. Y seguro que en próximos artículos surgirán algunas cosas sobre él, muchísimas de ellas positivas, (y mis lectoras podrán hacerse una idea de cuál podrá ser mi próxima publicación, por cierto) pero mi intención no es la desvelar cosas personales por capricho:
Lo que voy a hacer es poner la verdad; mi verdad; en manos de mis lectoras. En manos del público. En manos del mundo entero. Y entonces habré convertido lo que algunos consideran una DEBILIDAD en una FORTALEZA.
anaolivia.com
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