Todo lo que tiene que ver con la literatura me atrae, y me gusta hacer cosas para fomentarla. Por eso cuando el poeta brasileño Ton Soares me propuso trabajar con él para divulgar su trabajo y diseñar una estrategia de comunicación, me pareció una manera perfecta de hacerlo, sobretodo porque el ámbito de la poesía es más reducido y supone un reto mayor.
Velada poética en Menorca
Su libro fue publicado el pasado marzo en Ciudadela con una primera tirada de 1.000 ejemplares en los que los beneficios fueron dirigidos íntegramente a Cáritas. La presentación del libro tuvo lugar en el «Hotel Tres Sants» y fue una velada muy bonita, acompañada de música en directo, proyecciones de imágenes, y muy buena onda. Se titula «Gris. La disolución de los sentidos» y os lo recomiendo. Podéis leer algunos extractos en su página de Facebook.
Pues bien, el plan para esta primera fase es realizar una serie de veladas literarias en diversas localidades de la isla. El 31 de Octubre tuvo lugar en un hermoso pueblecito cerca de Mahón, llamado Villa Carlos (o como lo conocen desde fuera Es Castell) gracias a la colaboración de unas personas fantásticas que dirigen con cariño y tesón el Centre de Cultura, y anoche mismo, pudimos repetir la experiencia en la localidad de Ferreries, en el centro de la isla. Son eventos cercanos e íntimos en el que el autor recita algunos de sus poemas, todos con una carga filosófica y de crítica social que no pasa desapercibida.
En esta última foto vemos a Ton con Bep Cardona, concejal de cultura de Ferreries, la persona con la que colaboramos para llevar a cabo este evento en su acogedora localidad.
Vivimos en una isla pequeña, y aunque a mí no me molesta porque precisamente nací en una muy parecida, para determinadas cosas esta insularidad sí que «pesa». Es más difícil abrirse camino, pero quizá por esa razón también sea más satisfactorio cuando vas logrando esos pequeños éxitos que te vas proponiendo. De momento, a la hora de contactar con ayuntamientos, asociaciones culturales y otras entidades, la respuesta ha sido muy positiva. En el fondo la gente que dirige este tipo de agrupaciones se alegra de que haya personas con ganas de hacer cosas, y con ganas de hacerlas sin pedir subvenciones ni extender la mano a ver si cae algo de uno u otro lado. Yo creo que en esta vida sólo hacen falta ideas e ilusión para que cualquiera pueda lograr todo lo que se proponga.
Y ahora, me voy corriendo a votar que tengo que coger un avión. ¡Feliz domingo!
Ana Olivia Fiol
Diario de una escritora fantasma
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